lunes, 15 de marzo de 2010

Tema del mes


Las políticas de participación juvenil en los barrios
Para esta edición de la newsletter como tema he elegido el hablar sobre la participación de los jóvenes en la vida social del barrio. Durante este mes he participado como miembro de Afaij en dos reuniones diferentes, una de la “Comisión de jóvenes de Servicios Sociales” donde han participado diferentes entidades del ayuntamiento (como educadores, la oficina de empleo del ayuntamiento de Madrid, el centro de prevención contra la droga, etc) y otra en el Centro Juvenil “Hontalbilla”. En ambas se trataba sobre la situación de los jóvenes del barrio de Fuencarral-El Pardo, un barrio muy popular situado en la periferia norte de Madrid, y sobre el modo para conseguir actividades sociales y de ocio para estos jóvenes del barrio.
Conseguir de una manera activa la participación social de los jóvenes, es para mi uno de los objetivos más importantes de las asociaciones y entidades que trabajan con los jóvenes, buscando con ello el enriquecimiento de una sociedad donde siempre se escuchan las mismas voces y que muchas veces no consideran las necesidades y las solicitudes de la parte mas joven de la población. La participación social la entiendo, como una actitud y un derecho que tiene todo ser humano de colaborar y ser protagonista, con sus ideas y posibilidades, en la transformación de la sociedad y en la construcción de políticas participativas. Sentirse parte de una comunidad y organizarse para hacer algo (que sea ocio, deporte, actividades cultural, etc) para mi es el recurso mejor para luchar contra los problemas de comunicación, intolerancia, acoso escolar o el sencillo aburrimiento que muchas veces empuja a los jóvenes a hacer uso de droga o del alcohol.
Los jóvenes desde los diferentes espacios y situaciones tienen que ir construyendo su presente, su existencia y sus aspiraciones. Nos damos cuenta que en la lucha por la mejoría de las condiciones de vida de los barrios y de las comunidades, las principales luchas las hacen los jóvenes. Yo creo que las organizaciones territoriales fundamentalmente representan a la población adulta, pero es la juventud la que se enfrenta en los hechos reales. También las principales decisiones en término de políticas de juventud son decididas por organismos internacionales y nacionales desde una mirada de los adultos. Esto dificulta la construcción de ciudadanía participativa desde la juventud.
El modo más eficaz de participación y organización juvenil es a través del movimiento asociativo, donde las personas se pueden integrar en un grupo de iguales, que se organizan para conseguir unos objetivos comunes.
Muchas veces el asociacionismo se encuentra desamparado por las instituciones, que deberían poner todo su empeño en fomentarlo. Entendemos que la participación es cosa de dos, de los ciudadanos por un lado y de las instituciones por otro. Ambos polos subjetivos de la participación han de estar permanentemente en contacto. El modo mejor para acercarse a los jóvenes es proponer actividades de ocio que muchas veces faltan en los barrios de periferia, tal y como sucede en Fuencarral. Este primero tipo de contacto es importante para proponer algo constructivo y puede ser el inicio para construir algo mas y compartir otros tipos de actividades. Las actividades de ocio tienen que ser algo que realmente interesa a los jóvenes y donde pueden participar de una forma activa.
El tiempo libre es una parte de la vida de los jóvenes que debe ser abordada desde una perspectiva de la educación no formal tratando de aprovechar este espacio para aportar experiencias sanas y con contenido en valores. Pero para que la participación sea efectiva, los jóvenes deben sentir que su participación es importante y que conecta con ellos. A menudo, la participación de los jóvenes está diseñada para que cumpla con las necesidades específicas de la organización o desde la perspectiva de los adultos que las diseñan sin tener en cuenta sus propias motivaciones y necesidades, no obteniendo en muchas ocasiones la respuesta y acogida esperada por su. Es importante que sean ellos mismos los que encuentren significado a las opciones de participación en la vida comunitaria y social; es por ello que resulta fundamental involucrarles en la toma de decisiones y en la propuesta de acciones, interesantes y estimulantes para ellos. Es vital, además, garantizar las oportunidades para que los jóvenes desarrollen relaciones de amistad, de ocio , de diversión y de aprendizaje, aumentando así el valor de las actividades de participación juvenil.
Dentro de todo este contexto se está creando una primera actividad que consiste el hacer un concurso de Break Dance y quiero aprovechar esta oportunidad para invitaros a participar (para los interesados os pongo el cartel al final del articulo).

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