martes, 16 de septiembre de 2014

La experiencia de Valentina en Basida Manzanares

La experiencia de Valentina en Basida Manzanares

...hay que decir que es la primera vez que hago voluntariado y que salgo de mi país por mucho tiempo sin volver a Italia...

España es un lugar que me ha encantado muchísimo, y he tenido la suerte que la primera formación, a la de llegada, se ha encontrado en Córdoba, una ciudad muy encantadora y llena de historia. Gracias al Bla Bla car he visitado ciudades como Barcelona, Valencia, Salamanca, Granada y León, y con la casa de la Juventud de Manzanares fui a Lisboa. El Bla Bla Car es la forma más económica para viajar, porque aquí en España los autobuses y sobre todo los trenes son muy caros. Lo que me ha gustado más de España es la mezcla de culturas, de tradiciones y también la proximidad con África me atrae mucho.

He empezado esta experiencia voluntariado en febrero y voy a acabar en septiembre... siete meses intensos donde he vivido cada día, 24/24 horas en una de las tres casas de Basida. 

Basida tiene tres casas de acogida, Aranjuez, Navahondilla, y la donde yo vivo y trabajo, Manzanares. Esta casa se encuentra en la tierra roja del Don Quijote, del queso manchego: Castilla La Mancha. 

Basida es una casa de acogida para enfermos crónicos y/o terminales de VIH-SIDA, todavía tiene otros programas, como lo de desintoxicación y rehabilitación de personas con problemas de adicción y lo de intervención y reinserción social para ex-adictos, afectados por el VIH-SIDA y ex-reclusos. 

Lo que yo hago en Basida Manzanares es trabajar, junto con el equipo, con los residentes de la casa en todas las actividades que ellos tienen que hacer durante el día, como el taller de manualidad, el ejercicio de fisioterapia, el taller de cultura, los paseos y ahora en verano la piscina. 

Trabajo sobre todo por la mañana: después del desayuno voy a despertar y a levantar los “peques” que se encuentran en lo Chalet. Los “peques” son los residentes que tienen mayores dificultades a hacer las cosas cotidianas que un tiempo pudieron hacer y que ahora no pueden, como afeitarse, o hacerse la ducha, ponerse la ropa. Lo que me gusta sobre todo de mi trabajo es estar con estas personas, ayudarle en las pequeñas cosas, sonreír y reír con ellas, abrazarle y darles besos. Porque yo creo que una sonrisa verdadera, hecha con todo el corazón es algo de muy especial y que te cambia la vida. Yo tengo siempre en mi cabeza un chico, que cuando yo he llegado por la primera vez a Manzanares en la casa de Basida estaba sentado en el sillón, y cuando me ha visto....me ha hecho una sonrisa... una sonrisa muy rara, que solo personas verdaderas te lo hacen... siempre lo recuerdo. Son estas cosas pequeñas que algunas veces olvidamos, y que no damos mucha importancia, que todavía nos ayudan mucho en la vida cotidiana. Para mi es muy importante sonreír, y cuando me preguntan porque lo hago...es porque hoy es un otro día, hoy puedo hacer cosas buenas, hoy puedo ayudar los demás, hoy está el sol, hoy he visto una mariquita, hoy he visto un amanecer muy chulo, hoy... hoy tu eres vivo, hoy soy viva. 

En estos siete meses he aprendido muchas cosas, sobre todo he aprendido todas las cosas que yo he dado por sentado o que me parecían sin sentido y significado, aquí son muy importantes. Hay que tener mucha paciencia con las personas, que por las enfermedades tienen problemas y pueden preguntarte muchas veces la misma cosa o no pueden hablar bien o no entienden lo que tú dices. La paciencia creo que es la cosa más importante y que yo en toda mi vida no había entendido y sobre todo nunca lo había puesto en práctica, dando por sentado la verdadera importancia del saber ser paciente y respetar el tiempo de los demás. 

Vivir aquí en Basida es una experiencia que me ha tocado el corazón, porque cada una de estas personas tiene su historia personal, tiene su porque de estar aquí. Cada una de estas personas ha tenido su errores en su vida pasada, y si están aquí es porque necesitan ayuda, necesitan a alguien para cuidar de ellos. 

He visitado también las otras dos casas, y Aranjuez. Pero la casa que me gusta más es la mía.... es mi casa, conozco los residente, mi chicos... los aspectos negativos y positivos, cada persona tiene su carácter y su peculiaridad y conozco el equipo con quien yo trabajo día cada día. 

Después de los estudios a la Universidad en Instituciones y Políticas de los Derechos Humanos y de la Paz estuve buscando una experiencia de voluntariado, y soy feliz de haber elegido este proyecto como mi primera experiencia de voluntariado, porque es lo que yo necesitaba para hacer un poco de “Learning by doing”. Basida es un lugar donde hay personas muy maravillosas, siempre con la sonrisa en la cara, y donde no falta el amor de una Familia. Basida es mi Familia, y me gustaría volver. 

Una frase que resume mi experiencia de voluntariado es una frase de Madre Teresa de Calcutta: 

“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.”

Valentina Pitton
Basida Manzanares
Febrero - Septiembre 2014

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