Este mes, el artículo que abre la newsletter trata sobre un tema prioritario de la Unión Europea para 2010: el “Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social”.
A mi me parece interesante, ya que creo que la exclusión social y la pobreza son, casi siempre, consecuencia la una de la otra. La UE ha realizado una campaña de 17 millones de euros con el objetivo de lograr un impacto definitivo en la lucha contra pobreza. Actualmente, en la Unión Europea hay 78 millones de personas (16% de la población) viviendo bajo el umbral de pobreza. El 19% de los niños de la UE están en riesgo de caer en la pobreza y uno de cada diez europeos vive en un hogar en el que nadie trabaja.
Creo que este “Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social” tiene que combatir también los estereotipos y la imagen que tiene la gente acerca de la pobreza en general, y de la gente en situación de pobreza en particular. Partiendo de los principios europeos de solidaridad y cooperación, 2010 quiere hacer un llamamiento para abordar directamente las causas de la pobreza y asegurarse de que todo el mundo participa plena y activamente en la sociedad. La pobreza puede afectar a las personas de distintas formas y creo que está íntimamente ligada a la exclusión social.
Por ello, se celebrarán actividades nacionales y locales en todos los estados miembros de la Unión Europea. Entre las actividades se encuentran: campañas de sensibilización, talleres y seminarios informativos en colegios. Se producirán películas, revistas y otros materiales informativos para ayudar a los ciudadanos a comprender la repercusión de la pobreza y la exclusión social en sus comunidades.
También AFAIJ ha querido aportar su pequeñísimo “granito de arena”, a través de la realización de un proyecto titulado ECO-ARTS FOR A BETTER WORLD (Eco-artes para un mundo mejor).
Este proyecto, que consta de varias fases, trata de concienciar a la juventud sobre la responsabilidad de todos/as a la hora de abordar la pobreza y la marginación, así como de fomentar la inclusión de grupos con menos oportunidades. Tiene como objetivo principal estimular la reflexión de la gente joven sobre la exclusión social y sus diversas formas de marginación, por lo que se ha puesto especial énfasis a la participación en éste de jóvenes con menos oportunidades (con escasos recursos económicos, de países con especial flujo migratorio, en desempleo, etc). Como, a su vez, somos conscientes de la necesidad de sensibilizar y movilizar a la juventud en torno a los retos globales (en este caso, el desarrollo sostenible y el cambio climático), pretendemos que este proyecto ayude también a concienciar a los jóvenes sobre su papel como ciudadanos activos en un mundo globalizado, así como a promover su sentido de solidaridad global y de compromiso con la situación mundial actual.
La primera fase de este proyecto será un intercambio juvenil en el participarán 24 jóvenes de 6 diferentes países de la Unión Europea y de Europa del Este y Cáucaso (España, Italia, Suecia, Armenia, Moldavia y Georgia). Toledo, como ciudad de acogida, recibirá durante 9 días a jóvenes de los diferentes países antes mencionados, quienes tendrán la oportunidad de trabajar contra la exclusión social a través de diferentes expresiones artísticas; en este caso, a través de la fotografía y el diseño y elaboración de trajes “de época” realizados en su totalidad con material de desecho (plásticos, retales, periódicos...).
Los participantes podrán vivir la experiencia de conocer otras culturas y otros jóvenes “internacionales” con similares o diferentes bagajes sociales, personales, etc., en un esfuerzo por combatir la exclusión social a través de la participación y del desarrollo de actividades artísticas, ya que el arte posibilita una mayor inclusión, es una puerta al mundo, al propio y al que hay detrás de éste. Desde la perspectiva de los derechos humanos, los proyectos que buscan un impacto social positivo a través del arte llenan vacíos que son producto de situaciones de vulnerabilidad social, que afectan especialmenyte a los jóvenes.
Con estas actividades no intentamos luchar contra la pobreza económica pero, por lo menos, intentamos animar a la gente a hacer lo posible por los demás, ayudándolos a no sentirse fuera de la sociedad.
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