El voluntariado deja su huella en el entorno pero sobre todo en el propio voluntario. Hemos preguntado a Miguel como el impacto de su voluntariado se nota y ve en su vida actual. Ahí va la historia de como Miguel ha llegado a donde está ahora:
"Va a hacer ahora 5 años, me fui a través de AFAIJ a Bogotá a realizar un EVS con un proyecto de una ONG estonia llamada Continuous Action. Conmigo en el proyecto había dos chicas estonias, Airiin y Maria, y una chica sueca que se marchó antes de tiempo y de la que, sinceramente, no recuerdo el nombre. Los tres nos hicimos buenos amigos pero con María, que trabajaba muy cerca de mi, la relación se hizo especialmente cercana. El proyecto duró medio año y tuvo sus altos y sus bajos, pero la valoración general es que fue una experiencia increible de la que aprendí muchisimo. Una vez acabado el proyecto cada uno nos volvimos a nuestro país pero seguí muy en contacto con Maria. De alguna manera, y sin que me diera mucha cuenta, nuestra relación se fue haciendo cada vez más seria a pesar de la distancia (nos visitábamos mutuamente cada cierto tiempo) hasta que llego un punto en el que manteníamos una relación a distancia. Tras perder mi trabajo en España, y con las nulas perspectivas de encontrar uno nuevo minimamente digno, todo parecía indicarme que era el momento de emigrar. Así que eso hice. Con alguna que otra lagrimilla y tras despedirme (muchas veces) de mis amigos y familia, empaqué mis bártulos y me vine para Tallín. En unos meses hará dos años de esto. Vivo con María en Tallin, tengo un trabajo "de lo mio" aquí y la verdad es que todo va bastante bien. Ahora que me ha tocado poner todo esto en perspectiva no puedo menos que pensar que todo esto fue gracias a AFAIJ y al EVS, así que ahora que tengo la oportunidad de decirlo: ¡Muchisimas gracias!"
Miguel Álvarez
Miguel y María |
No hay comentarios:
Publicar un comentario