Día Mundial
de la Justicia Social
Día Mundial de la Justicia Social es un día reconociendo la
necesidad de promover los esfuerzos para resolver problemas tales como la
pobreza, la exclusión y el desempleo.
La Asamblea General proclamó el 20 de febrero como el Día
Mundial de la Justicia Social en 2007, invitando a los Estados miembros a
dedicar el día a la promoción de las actividades nacionales de conformidad con
los objetivos y metas de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y del
vigésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General.
El evento de este año se centra en el problema del tráfico
humano y el destino de aproximadamente 21 millones de mujeres, hombres y niños
en diversas formas de esclavitud moderna.
La trata de personas es un delito grave y una grave violación
de los derechos humanos. Todos los años, miles de hombres, mujeres y niños caen
en manos de traficantes, en su propio país y en el extranjero. Casi todos los
países del mundo se ven afectados por el tráfico, ya sea como país de origen,
tránsito o destino de las víctimas.
La Organización Internacional del Trabajo estima que hay 20,9
millones de víctimas de la trata de personas a nivel mundial. 68% de ellos son
víctimas del trabajo forzado, cuando el 26% son niños y el 55% son mujeres y
niñas.
El tráfico humano puede ser tan bien para el trabajo sexual como causa. Los traficantes sexuales usan la violencia, amenazas, mentiras, la servidumbre por deudas y otras formas de coacción para obligar a adultos y niños a participar en actos sexuales comerciales en contra de su voluntad. Las situaciones que se enfrentan las víctimas de tráfico sexual varían dramáticamente. Muchas víctimas se convierten en pareja con alguien que a continuación, las fuerzas o los manipula a la prostitución. Otros son atraídos con falsas promesas de un trabajo, tales como el modelado o bailar. Algunos se ven obligados a vender sexo por parte de sus padres u otros miembros de la familia. El tráfico sexual se produce en una gama de lugares, incluidas las empresas de masaje falsos, a través de anuncios en línea o servicios de acompañantes, en los burdeles residenciales, en la calle o en las paradas de camiones, o en hoteles y moteles. Cuando en los otros traficantes de mano de obra a menudo hacen falsas promesas de un empleo muy bien pagado o de educación o de viajes interesantes oportunidades para atraer a la gente en horrendas condiciones de trabajo. Sin embargo, las víctimas encuentran que la realidad de sus puestos de trabajo resulta ser muy diferente de lo prometido y debe trabajar con frecuencia largas horas por poco o ningún pago.
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