viernes, 12 de febrero de 2016

Mi experiencia EVS en Lausanne


Estuve viviendo en una ciudad de la parte francófona de Suiza llamada Lausanne, a orillas del lago Léman,que ofrece unas vistas impresionantes con los Alpes al fondo.

Viví con una familia de acogida, configurada por una sola mujer de 56 años y profesora de universidad. La experiencia de vivir con una familia de acogida fue maravillosa. Tuve la suerte de coincidir con una mujer alegre, cariñosa, tolerante y comprensiva que me abrió las puertas a la cultura, tradiciones y también al conocimiento de la historia y la comprensión de la sociedad y la  idiosincrasia del país.

En la foto estoy en mi casa en una cena de bienvenida organizada por mi madre de acogida con los vecinos.


Trabajé en una asociación llamada Bénévolat-Vaud, que como su propio nombre indica (bénéolat en francés quiere decir voluntariado), gestionaba el voluntariado y la vida asociativa en el cantón de Vaud, donde se encuentra la ciudad de Lausanne. Mi nivel de francés era muy básico cuando llegué, así que al principio me dediqué a leer sobre el tipo y el funcionamiento de las asociaciones y los proyectos de la organización relacionados con la promoción de la vida asociativa y el voluntariado.
Al mismo tiempo recibía clases de francés en la academia, y mi francés mejoró rápido debido sobre todo a que estaba todo el día rodeada de francófonos en la oficina y en mi casa.
Después, según mi francés mejoraba y mi inserción en la oficina y la relación con mis compañeros se afianzaba, comoencé a tener un rol más activo en los diferentes eventos, talleres y proyectos llevados a cabo. Fue a partir del cuarto mes en la oficina cuando empecé a sentirme miembro del equipo, con confianza para participar y poder contribuir de manera productiva y eficaz.

A continuación incluyo una fotografía tomada con el resto de equipo, al final de mi estancia.

En cuanto a los amigo que hice y si me costó encontrar a gente, yo tuve mucha suerte porque éramos dos EVS en Lausanne, así que nos apoyamos mucho la una a la otra sobre todo al principio; quedábamos todas las semanas para hablar, visitar cosas y salir, y poco a poco cada una fue conociendo gente y creamos una red entre las dos. Igualmente fue muy importante conocer a los demás voluntarios que como yo estaban repartidos en diferentes proyectos por toda Suiza. Nos conocimos todos en el primer training que tuvo lugar a las dos semanas de llegar a Suiza. Ampliar nuestra red de contactos y amigos de esta manera fue fundamental y estupendo porque así pudimos viajar por todo el país a los lugares donde conocíamos a gente. Igualmente el resto de voluntarios, y amigos, fue un apoyo muy importante en los mejores y peores momentos de nuestra estancia.

Aquí incluyo dos fotos, la primera fue tomada en Lausanne en el mes de mayo junto con otras voluntarias que conocimos a raiz del primer training. La segunda es una foto tomada en Locarno, junto con los dos formadores, en el segundo training celebrado en el mes de Agosto.
En conclusión, la experincia de EVS en Lausanne ha sido una de las experiencias (si no la que más) más intensas, que me ha permitido conocer mucha gente, aprender un idioma, conocer un país, su funcionamiento, historia, cultura, paisajes, tradiciones...y un largo etcétera. Ha completado mi formación como profesional y ha reforzado mi seguridad, solidez e independencia personales.



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